viernes, 13 de noviembre de 2009

JUSTICIA: CUESTIÓN DE PESO



"Viajar enseña mucho", me decía mi padre. Pues sí, aunque, a veces, no es necesario viajar físicamente, sino que basta con un viaje intelectual, leyendo.

El Max Planck Institute publicó, en octubre de 2008, un estudio acerca de las diferencias entre la Evidencia -propia del sistema norteamericano- y la Intima Convicción -propia de los sistemas legales europeos- en el ámbito judicial (Engel, Christoph, Preponderance of the Evidence versus Intime Conviction: A Behavioural Perspective on a Conflict Between American and Continental European Law (October 2008). MPI Collective Goods Preprint, No. 2008/33. Available at SSRN: http://ssrn.com/abstract=1283503).

Según los estudiosos de la materia, en el ámbito judicial civil, prevalece en el sistema norteamericano una regla probabilística, en el sentido de que el Juez accederá a las pretensiones de una de las partes siempre que las mismas sean "con mayor probabilidad ciertas que no ciertas" (lo que se conoce como regla de la "preponderance of the evidence"). Por el contrario (aunque, personalmente, tengo mis dudas de que debamos decir "contrario"), en los sistemas legales continentales (europeos) no rige ese sistema probabilístico, sino que lo que suele denominarse "standard probatorio" se basa en la llamada "convicción personal" del juez.

De esta manera, y de ser ello cierto, podríamos llegar a la conclusión de que el sistema legal norteamericano tiende a la objetividad de la actividad judicial, mientras que el europeo tiende a la subjetividad. En otras palabras: en Estados Unidos, la cuestión probatoria es una cuestión de peso; en el europeo, de convencimiento.

Esta última frase se puede entender mejor si tenemos en cuenta cómo explican los propios tribunales americanos a los jurados qué significa la regla de la "preponderance of the evidence". Así, en Pensylvania se dan unas instrucciones que rezan así: "imagine que tiene una balanza; vaya colocando las pruebas favorables al demandante en una de los platos, y las desfavorables, en el otro; si al final la balanza se decanta más hacia el demandante -aunque sea poco-, tiene que resolver a favor del demandante". ¡Esto sí que es didáctica! Gana el que con más peso consigue decantar la balanza. Al fin y al cabo, la Justicia suele simbolizarse a través de una balanza.

Los sistemas europeos no se basarían en el peso, sino en el convencimiento. Da igual que la balanza esté totalmente del lado de una de las partes: si el Juez no está íntimamente convencido, ello no sirve de nada.

No he profundizado aún en el estudio de tan interesante cuestión, pero creo que este camino puede llevarnos a descubrimientos sorprendentes.

Por de pronto, me vienen a la cabeza ideas o cuestiones que podrían ser entendidas mejor aplicando las teorías expuestas, como por ejemplo:

- ¿evitaría el sistema americano las inseguridades que plantea la "variabilidad" de la jurisprudencia (sentencias contradictorias sobre mismas cuestiones)?;

- ¿evitaría el sistema americano el problema de las prevaricaciones y los cohechos? Si un juicio se resuelve a peso, carecería de sentido sobornar a un juez;

- ¿conseguiría el sistema americano reforzar los principios de seguridad jurídica y tutela judicial efectiva?

- ¿puede objetivarse el "peso" de las pruebas?

En definitiva, se comprueba que existen dos mundos del Derecho. ¡Cuánto nos falta aún por aprender e investigar!

1 comentario:

vfedor dijo...

Buscando un artículo de Talca Charles, caí en este Blog.
En primer término, aplaudo la iniciativa.
En segundo lugar, te dejo una reflexión en devolución:
en argentina, producto de las enseñanzas de un ilustre español (Sentís Melendo) el juez civil, al referirse al valor del al referirse al valor de la declaración del testigo único, afirma que en general las pruebas no se cuentan, sino se que se pesan.
Tengo para mi, que el lenguaje ha hecho nuevamente de las suyas: en el idioma inglés la cualidad se pronuncia antes que el sujeto; en el español, primero el sujeto, luego la cualidad.