martes, 13 de octubre de 2009

PERFUME DE MUJER



Los perfumes dan mucho juego. A Al Pacino le permitían distinguir a una mujer bella y sensual en Perfume de Mujer; a Patrick Suskind le permitió escribir una novela del asesino que buscaba la fragancia perfecta; a más de una mujer le ha permitido descubrir la infidelidad de su esposo; y a la jueza titular del Juzgado número 2 de Ubeda (Jaén) - María Dolores Barragán Ladrón de Guevara- le ha permitido vengarse como consumidora. Así es. La citada jueza compró un frasco de perfume y, al cabo de unos días, y tras usarlo, decidió ir a la tienda y exigir que se lo cambiaran. En la tienda le dijeron que no, ya que se había consumido casi la mitad, y ella, ni corta ni perezosa, soltó aquello de "no sabes quién soy; soy la jueza de Ubeda y me lo vas a cambiar, sí o sí".




Ante tan profundo y convincente argumento, el tendero accedió a devolverle el dinero; pero ella, rencorosa y vengativa y pertrechada de una temible arma de mujer (me refiero a la toga, no al perfume), se personó en la tienda acompañada de la policía, pidió cientos de papeles y facturas, y ordenó precintar 2 tiendas del mismo propietario, bajo el pretexto de que estaba investigando un supuesto tráfico de perfumes falsos.


El CGPJ le abrió un expediente disciplinario (a la jueza, se entiende) y la ha sancionado: suspensión por un año y traslado forzoso a otro juzgado que esté a más de 100 Km de Ubeda.


¡Esto sí que es eficacia sancionadora! Contra el abuso de poder y la más que presumible prevaricación, nada mejor que mantener todos los poderes en manos de la sancionada, pero a 100 Km. Supongo que el CGPJ habrá sopesado la posibilidad de que en su nuevo destino no haya perfumerías y que la jueza en cuestión debe carecer de medios de transporte para desplazarse hasta una localidad que disponga de esos comercios. Habrá tenido su peso, sin duda también, el hecho (comprobado científicamente) de que los enfados relacionados con el consumo provocan trastornos mentales transitorios que se difuminan hasta desaparecer por completo sin dejar rastro, secuelas ni rebrotes futuros. Como el perfume, vaya. Además, un mal día lo tiene cualquiera, como Aurora Torres, la abogada de "La Dama Ciega" cuando dice aquello de: "Me llamo Aurora Torres, tengo 37 años y soy abogado. Llevo más de dos semanas sin follar, me duelen los ovarios y estoy de muy mala hostia". Con estos antecedentes, no es de extrañar que uno reaccione de manera sorprendente a veces.


Me gustaría conocer el texto completo de la resolución sancionadora (y que, a pesar de haberse adoptado a finales de septiembre de 2009, no aparece colgada en la web del CGPJ, que yo sepa) porque hay demasiadas cosas que no me encajan: ¿existía una investigación en marcha sobre perfumes falsos dirigida por la jueza Barragán? ¿quién era el denunciante? ¿requirió la jueza la asistencia de la policía para la diligencia de precinto?


Cuando disponga de esta información, estaré en disposición de preguntarme (e intentar opinar) acerca de la actuación del CGPJ. Hasta entonces, todo huele a chamusquina.

1 comentario:

Raymaño dijo...

Había visto la noticia. Lo triste es que estas cosas ya no sorprenden a los que nos dedicamos a esto. Una verdadera pena.