viernes, 13 de abril de 2007

MONOSAPIENS Y JUSTICIA

Los científicos andan un poco despistados. Parece ser que acaban de descubrir que el genoma de los Macaco Rhesus (como los de la fotografía) coincide en un 97,5 % con el de los humanos. Ello es sumamente importante pues, según Richard A. Gibbs (director del proyecto investigador), ello supone un avance para encontrar lo que nos hace humanos y definir la humanidad.
Y digo que andan despistados porque, que yo sepa, el proyecto ni siquiera se plantea la posibilidad de analizar a los Mono Sapiens de los que hablábamos hace unos días.
Pero, sea como sea, resulta que cada día veo más actuaciones humanoides de los Mono Sapiens que me sorprenden. Veamos algunas que he leído hoy:
1.- según publica El País (y ya avanzamos nosotros en el anterior post), los consejeros del Gobierno catalán han presidido en 2 días 24 inauguraciones y visitas de obras (tiran de cortinillas para desvelar placas conmemorativas -aún no entiendo el numerito de las cortinillas-, inauguran ferias, se dejan tomar la presión -no sea que con tanta actividad vayan a tener problemas de salud-, van en bici -es muy sano y seguro, sobre todo en Barcelona-, inauguran residencias de ancianos -será para meterlos en algún sitio ya que no disponen de suficientes pensiones de jubilación como para vivir en su casa-, visitan museos y bibliotecas-sin duda, para cuidar su formación y cultura, para parecer más homos-, y alguno, incluso, ha visitado ¡un solar! -siempre me ha emocionado ver a un hombre/mujer/mono contemplando y meditando ante un pedazo de tierra yerma-). Nota: supongo que no os pasará desapercibido que, en breve, hay elecciones locales...
2.- Gaspar LLamazares (líder de Izquierda Unida) ha dicho que quiere que el Congreso de los Diputados ratifique políticamente la futura sentencia del juicio sobre los atentados del 11-M, ya que, según sigue diciendo tan insigne monosapiens, durante la vista oral y las declaraciones de los testigos que se están llevando a cabo estos días se ha puesto de manifiesto que el gobierno de Aznar mintió a los españoles sobre los autores de la masacre.
Ante tales sabias palabras, uno se da cuenta de que siempre se aprende algo, incluso de especies con genomas no coincidentes. ¿Qué he aprendido? Pues, primero, que los Mono sapiens gozan de facultades adivinatorias ya que sin necesidad de estudiarse un sumario ni de esperar a que acabe el juicio, saben cuál va a ser la sentencia, aunque la tengan que dictar otros; y segundo, que existe un trámite, para mí desconocido hasta la fecha, que, al parecer, debe ser muy importante para los efectos o ejecución de las sentencias: la ratificación política de las mismas. Supongo que será algo así como una especie de recurso a plantear tras la casación o el amparo, no sé. Seguiré estudiando. Aunque, pensándolo mejor, ¿no será, acaso, que el citado Sapiens se está refiriendo a la debatida cuestión de las verdades materiales y formales en la justicia? Precisamente, este mes de marzo se han celebrado unas jornadas en Bilbao sobre Información y Justicia, jornadas en las que el Presidente del TSJ del país Vasco, curiosamente, hizo una ponencia titulada La verdad formal, la verdad material y la verdad político-social.
3.- Montilla (actual Presidente de la Generalitat) ha declarado que si bien acatará la sentencia que dicte el Tribunal Constitucional sobre los recursos de inconstitucionalidad que se han planteado contra el Estatuto catalán, no obstante, si la sentencia invalida o desvirtúa algo del Estatuto, emprenderá las acciones que correspondan, pues no está dispuesto a aceptar una minusvaloración política del Estatuto. Como ya es habitual en este sapiens, cuando se le preguntó en qué consistía su Plan B se limitó a advertir que si se explica, deja de ser un Plan B (o sea, no desveló nada).
Lecciones que se aprenden esta vez: primera, a los Mono Sapiens les va la enigmística; segunda, al parecer, las sentencias judiciales o bien tienen efectos distintos de los jurídicos (los políticos), o bien, sea cual sea la decisión jurídica, puede producir unos efectos políticos u otros, o al revés, o casi aunque no se diga, o ya veremos.
4.- A raíz de las críticas que contenía una Sentencia de la Audiencia Nacional a la retirada, por parte del Fiscal, de la acusación contra Otegi (portavoz de Batasuna) -en la que se decía que era increíble cómo podía hacer eso el Fiscal estando tan claro que había delito-, para la próxima reunión del órgano aglutinador de los Fiscales (el Consejo Fiscal) se ha introducido un punto del orden del día que dice asÍ: petición de asesoramiento sobre los instrumentos de tutela de los que dispone el Ministerio Fiscal ante resoluciones que contengan críticas inapropiadas en relación a su actuación procesal en el ejercicio de su autonomía funcional.
Comentarios: primero, al parecer, los jueces que dictaron la sentencia absolutoria (pues al no acusar el Fiscal, tenían que absolver) comparten con los Mono Sapiens facultades adivinatorias, pues, sin necesidad de pruebas ni juicio, ya saben que el acusado es culpable (sin duda, esto debería ser estudiado por los científicos de los que hablábamos al principio); segundo, me vienen temblores de pensar que los Fiscales necesiten pedir asesoramiento legal sobre algo que se refiere directamente a su profesión cuando ellos son quienes, según su propio Estatuto orgánico, tienen encomendada la labor de velar por la legalidad. Y digo yo: si no saben qué derechos les asisten, ¿cómo van a saber los que asisten a los ciudadanos que dependamos de los Fiscales en un juicio?
¡ESTÁN EN TODAS PARTES!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hemos vuelto (o nunca hemos salido) a la época feudal. Somos un pais de vasallos. Los monosapiens sirven a los que mandan y los demás a los monosapiens.

Como alternativa propongo reinstaurar el diezmo. Gustosamente cedería el 10% de mi sueldo a condición de vivir con cierta seguridad jurídica.

En fin, sólo nos queda este blog como último reducto de libertad.

Joaquim dijo...

¡Ay, alma cándida! Vivir con seguridad jurídica es más inalcanzable que erradicar el hambre en el mundo. La verdad es que yo ya no sé quién es mono sapiens y quién homo sapiens. A lo mejor soy yo el monosapiens y me creo evolucionado (o desevolucionado, ¡yo qué sé!).

Anónimo dijo...

Por cierto, lo que voy a contar no viene a cuento con este post pero sí con otro anterior, el de los "abogados vacilones".

Resulta que a principios de octubre me notificaron una sentencia de un asunto bastante gordo en la que a mi cliente y mí nos cruficaban, nos quemaban y bailaban sobre nuestras cenizas, con todo tipo de burlas y escarnios por parte de la autoridad judidical.

Nada más recibirla llamé al compañero contrario para felicitarle. El individuo había estado bastante sobrado durante el procedimiento, pero sólo le faltó esto para estallar: "Ya te lo había dicho" "Te dije que agacharías el rabo" "Si es que, esta juventud..." Y otras lindezas.

En el despacho, los que habían trabajado conmigo en el asunto silbaban mirando para arriba como si el tema no fuera con ellos: nunca nadie, aparte de mí, había trabajado en ese asunto, ni con ese cliente, ni conmigo.

Pues bien, resulta que ayer me llegó la sentencia de segunda instancia: revocación parcial, casi total, con tirada de orejas al juez de primera instancia. Oye tu, ¡cómo cambian las cosas!

Del compañero no hay noticias. No le he llamado, pero me temo que estará de viaje o reunido.

Y en el despacho...¡joder! ¡Todo el mundo ha recuperado milagrosamente la memoria y, qué curioso, ¡ahora resulta que todo el mundo trabajó conmigo en ese asunto!: "Oye, ¿te acuerdas que yo te miré tal sentencia?", "Hombre, claro, la Audiencia ha recogido aquella idea que di sobre tal cosa..." y todo tipo de comentarios similares.

En fin, una pequeña alegría que tampoco puede tomarse muy en serio, porque si dentro de cinco años el Supremo nos quita la razón, volverá a reproducirse la situación inicial.

Joaquim dijo...

Querido Raymaño: lo que dices me suena bastante. Lamentablemente, a mucha gente le gusta colgarse medallas, pero poca está dispuesta a aguantar un revés. Y ya no es sólo el tema de las medallas, sino que lo que resulta más sorprendente es que a nadie se le haya ocurrido siquiera darte una felicitación.

Tal vez, una más de las características de los homínidos sea la automentira exógena complaciente. Es decir, la facultad de exteriorizar una mentira creada por uno mismo con el fin (tal vez inconsciente) de sentirse bien consigo mismo el propio mentiroso. Debe ser así pues me cuesta asumir como cierto que el automentiroso exógeno complaciente crea que los destinatarios de su mentira se la crean. Tienes razón cuando dices que tu comentario está relacionado con el post de los abogados vacilones, pues no son más que mentirosos exógenos autocomplacientes.

Maslow, a partir de estudios empíricos, colocó en lo alto de su pirámide, como una de las necesidades del ser humano, la llamada necesidad de reconocimiento y prestigio social, por encima de las llamadas necesidades básicas o de subsistencia (alimento, vestido, casa, educación). Es así, y somos así (generalmente), guste o no. Pero lo que no puedes permitir, para tu propio bien, es que ese punto de la pirámide se convierta en tu objetivo y tu razón de hacer, pues si ese reconocimiento social no se produce (lo cual es muy probable, ya que el mismo depende de factores que tú no controlas, como la envidia de terceros) te sentirás decepcionado. Por ello, creo que deberíamos hacer un esfuerzo para comprender que la dichosa piámide debería estar coronada por el propio reconocimiento y satisfacción. Es decir, por el reconocimiento que hagamos cada uno de nosotros de nuestros propios actos. Mi padre me enseñó que a quien hace lo que puede no se le puede decir que no hace lo que debe.

Ergo: be yourself and your own judge.