
No importa que el camino sea largo, ni tortuoso, ni indefinido, ni que sus múltiples servidores sean alguno de esos Goblins de apariencia y tácticas mutantes que cambian inesperadamente la forma y los caminos del laberinto de la justicia.
No importa que sean impredecibles (tal vez porque, en realidad, no lo son: en los casos difíciles, sencillamente, no aciertan), ni que antepongan su obstinado empecinamiento a cualquier interpretación razonable de la ley. Ellos saben que en su profesión (como en el boxeo) es más importante dar que recibir, y dar siempre es una virtud.
“I was born to love you
With every single beat of my heart
Yes, I was born to take care of you
Every single day of my life"